Es una emoción: la risa. Concretamente el emoji que representa una cara con lágrimas de alegría.
La palabra escogida por la Fundéu en 2014 fue “selfie”, también la palabra del 2013 para el Diccionario Oxford. Pasar del ya aburrido y monótono selfie a la risa nos parece un gran avance, francamente.
Por eso, puestos a pensar en positivo, y dado que hoy es 5 de enero, fecha en la que convergen los buenos propósitos con los deseos y la magia, nos gustaría que dentro de 365 días la nueva palabra del año volviese a no ser una palabra y fuese el silencio.
Un silencio que nos proteja del ruido de Internet, que nos permita escuchar música sin hacer cinco cosas más al mismo tiempo. O disfrutar de la comida en vez de fotografiarla. Un silencio que nos invite a pensar el apasionante mundo que descubrimos en Twitter. E incluso dudar de lo que nos dice Google. Rectificamos, sobre todo dudar de lo que nos dice Google. Un silencio en el que quepan otras palabras, como inicios, obsesión, reír, sí, de nuevo la risa, viajes, hacer, bailar, amor, perder, encuentros o imaginar.
Quizás nuestro deseo de silencio en la era de la sobreinformación es una utopía. O quizás las utopías necesitan de ese silencio para transformarse en realidades.
Dentro de un año lo sabremos. Hasta entonces, cuando tengamos que volver a descartar temas para el primer post de 2017, os deseamos a todos un feliz, feliz de verdad, 2016.
Y que todos vuestros deseos, sean cuales sean, se cumplan.