El pasado 29 y 30 de abril se celebró en Sitges la segunda edición de Sitges Next, el festival internacional de innovación en comunicación y new media. Su éxito lo ha posicionado definitivamente como un encuentro de referencia para hablar de innovación. Y también para premiarla.
El protagonista de estos días ha sido un presente tan nuevo que deja obsoleto al futuro. Conferencias de especialistas en neuromarketing (las emociones y su relación con el consumo), Big Data (los datos son el nuevo petróleo, como ya anticipó Clive Humby en 2006), realidad aumentada, piezas de arte interactivas y soportes exteriores digitales. Una mesa redonda sobre Branded Content: “para que haya un gran contenido ha de haber una gran historia” explicó después Gema Núñez en su ponencia sobre Google, una de las más esperadas. Incluso un stand con una máquina de realidad virtual que podía probar el público: el Xtrematic, y que permitía bajar por una montaña rusa, volar o esquiar sin tener que bajar por una montaña rusa, volar o esquiar. “Es mucho más potente la experiencia de vivir que la de ver” dijo Xavi Conesa, de la empresa Visyon 360, haciendo referencia a las enormes posibilidades de construir mundos que tienen tanto la realidad virtual como la aumentada.
Por otro lado, quizás una novedad respecto a los temas que últimamente vienen sonando es que la ética ha irrumpido con fuerza en las conversaciones. En Sitges Next se celebró un taller para hablar de ella. Bienvenida sea su llegada, aunque lo haga en forma de ventaja competitiva.
Finalmente se dieron unos premios a las mejores campañas del año, teniendo en cuenta la innovación, los contenidos y la tecnología.
En resumen, la vida sigue siendo ese sueño del que habló Calderón de la Barca hace casi 400 años, sí, pero todo parece indicar que los sueños ya son algo más que sueños.