Dícese del… Nah, es broma. No queremos crear un diccionario de Marketing al uso, no somos María Moliner -ni podríamos estar a su altura. Pero sí queremos ser útiles, porque por algún motivo has acabado aquí, ¿no? Queremos acercar el léxico más destacado del Marketing Digital a cualquier lector, y si podemos sazonar nuestras acepciones con algún consejo, mejor que mejor.

 

BLOG

El blog es el centro neurálgico de la estrategia del Marketing de Contenidos.

Bien planteado, con unos objetivos claros en mente y alineado con los valores de la marca, es un gran espacio para posicionar, atraer tráfico y convertir. Veámoslo punto por punto.

Un blog con una buena estrategia detrás genera tráfico de calidad. Gracias a un estudio SEO previo, el contenido del blog facilita un mejor posicionamiento en buscadores (más tráfico orgánico es menos tráfico que necesitas pagar directamente; aunque, cuidado, todo tiene su precio). Además, el solo hecho de generar contenido periódicamente posiciona mejor la página web, puesto que Google premia ese esfuerzo. Una vez bien colocados en la parrilla de salida, el target que esté buscando información sobre tu producto o servicio podrá acabar en tu artículo con mayor facilidad, donde podrás demostrar tu expertise ofreciendo contenido de valor. Finalmente, el blog facilita la obtención de leads (además, por supuesto, de la página de proyectos y la de contacto). Resuelta la duda que ha llevado el target hasta tu contenido, puede que se interese por ampliar la información, comprar el producto o solicitar tus servicios.

«El blog es el centro neurálgico de la estrategia del Marketing de Contenidos

La durabilidad del blog es una de sus características más atractivas. Mientras los anuncios (Social Paid, SEM) tienen un inicio y un final, el contenido del blog es casi infinito, alargándose en el tiempo. En este sentido, su relevancia es mayor. Podría ser equiparado a una inversión que trabaja en la sombra mientras vamos dedicando presupuesto a nuestras campañas.

No podemos olvidar tampoco su versatilidad. En un blog puede haber artículos, claro. Pero no únicamente. Infografías, vídeos, plantillas, presentación de tus e-books… son otros de los formatos de contenidos con los que se puede jugar. De hecho, lo adecuado sería ir mezclando estos distintos tipos, aunque siendo consciente que no todos van a necesitar el mismo nivel de implicación, esfuerzo y horas. Por supuesto, tampoco reportan los mismos beneficios ni tienen la misma probabilidad de convertir.

 

Vet Robirosa