Si quieres que tu nueva web o cualquier otro producto tenga éxito, piensa en el usuario y lo demás vendrá solo -o casi-.

 

Imagínate que tienes una tienda de sombreros, la típica tienda de barrio que te encontrarías en un callejón del barrio Gótico. La tienda, de hecho, no es tuya, la has heredado de tu tatatarabuelo que en paz descanse. Tú, que has nacido o crecido en la era digital –generación X-Y milenial power forever- quieres dar un push al negocio de tu tatatarabuelo porque ya no vendes tantos sombreros en la tienda, porque te aburres ahí encerrado o porque estás cansado de vender sombreros siempre a los mismos: freakis de los sombreros, amantes de lo vintage y guiris (de estos últimos estás especialmente cansado). O simplemente como buen ente digital que eres, quieres vender más y en todas partes. Bien, STOP.

¿Por dónde empiezas?

(Silencio largo para que lo reflexiones).

 

Seguramente habrás pensado en una e-commerce, tipo Zalando o alguna otra que te guste, incluso en hacer una aplicación de customización de sombreros (ahí tu ego se ha venido arriba que no veas). “Ouh yeah, voy a contactar con un freelance que me haga una e-shop buena-bonita-barata y el mes que viene empiezo a vender. Y luego voy a abrir las redes sociales, cuantas más mejor para que me vean en todas partes”…

¿He acertado? ¿Sí? ¿No?

Bueno, pongamos que has pensado que el primer paso es abrir una tienda online moderniqui para hipsters porque es lo que vende en Barcelona y lo vintage es top allá donde vayas. Y lo tienes clarísimo, ¿eh? Pues bueno, digamos que has empezado a construir la casa por el tejado así que mejor no te apresures porque tal vez tengas una opinión sesgada que no te deja ver el bosque:

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Y dirás: Oye, pero es que yo no tengo tiempo que perder, ¡yo lo que quiero es vender! Ya, yo también pero, ¿te has preguntado a quién vas a vender? ¿Y si tu público no son los hipsters? ¿Y si lo vintage no le gusta a tanta gente cómo crees? ¿Y si tienes una opinión sesgada de tus sombreros?

Paul Graham, co-founder de Y-Combinator, dice que “La mayoría de productos fracasan porque crean productos que nadie necesita”. ¿Es tu caso?

Vamos a crear entonces productos que resuelvan necesidades reales de personas reales. Y el producto en este caso no es tu sombrero, es tu nueva web.

 

La receta del éxito UX en 5 sencillos pasos

  1. Escuchar. Mira que te lo ha dicho veces tu pareja, y tú siempre pensando en otra cosa. Pero es que hay que entender qué necesita el usuario y salir del esquema mental propio (“los hipsters quieren sombreros vintage”). Hay que salir de la zona de confort y poder justificar tu producto digital según un análisis previo de usuarios.
  2. Ciencia: UX no es UX sin investigación de los usuarios que hay detrás. La investigación y la analítica dará rigor y ciencia a tu producto, porque la intuición no es suficiente.
  3. Cambio de paradigma en la forma de trabajar. O sea, poner el foco en personas e interacciones por encima de procesos y herramientas. Hay que crear productos que podamos testear con usuarios reales, dar valor al usuario final que es al final el que nos va a comprar.
  4. Iterar: ¿cómor? Sí, tienes que ser pesado sin que se te note demasiado y tienes que buscar la interacción constante con el usuario para ir optimizando el producto a cada paso.
  5. UX óptima = ROI y éxito de negocio. Forrester indica que empresas que se centran en esto aumentan el deseo de sus clientes en un 14% y reducen las ganas de cambiar de marca en un 15%, y aumenta la posibilidad que nos recomiende en un 16%. Además, ojo al dato: ¡puede incrementar las ventas en un 37%!

 

Mira qué pasará en tu e-shop si no es UX:

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Así que si quieres que tu nueva web o cualquier otro producto tenga éxito (quizás no mañana mismo pero sí a medio-largo plazo), ponte esta cita de Google en la frente:

‘Piensa en el usuario y lo demás vendrá solo’.

 

Lo demás:

  • Ideación de la web: ahora que sabes quiénes son tus usuarios y qué necesitan, toca romperse la cabeza para definir la arquitectura web en base al UX research hecho previamente, y redactar contenidos de interés que sean claros y directos –si quieres que te lean.
  • Diseño UX/UI: cuanta más creatividad mejor, pero no dejes de pensar en la experiencia de tu usuario. Tiene que ser fácil, rápida y intuitiva.
  • Programación: esto déjaselo a los que dominan el lenguaje html, php, cms, crm, … y tú dedícate a otra cosa mientras tanto.

Una vez tengas la web publicada, recuerda siempre seguir testeando su usabilidad a través de herramientas de análisis como treejack o hotjar para seguir optimizándola día a día, y no te olvides de aplicarle SEO-SEM (esto ya te lo contaremos en otro artículo ;).

Y por último recuerda:

“Research informs the designer, not the design”. Jesse James Garrett, Adaptative Path.

Adiosito.

adiosito

 

 

Carmen Moreno

*Gracias al equipo de Multiplica por compartir con nosotros su experiencia en UX research.